Si vas a decepcionar, hazlo bien
Si vas a hacer algo, asegúrate de estar bien tú primero y ya después, vamos con las otras cosas 😉
“Bienvenid@ a Dando Tecla. Soy Carlos Jonay Suárez Suárez (sí, mis padres sin saberlo me hicieron un buen ‘branding’, al menos para que me encuentres por mi nombre en internet) al margen de eso…
Escribir es la mejor forma que tengo de expresarme, y mira que según muchísimos amigos, hablar es algo que me gusta demasiado. Pero es a través de la escritura dónde siento que puedo ser más ‘yo mismo’.
Además, el título de este ‘espacio’ no es casual y siempre me lleva a una pequeña historia que viví con mi madre y por la que terminó regalándome la que es ahora ‘la vieja Olympia’, una de esas clásicas máquinas de escribir de cinta, con las que pasé muy buenos ratos.
Por aquí, utilizaré esta pasión de escribir para contarte un poco de todo, desde los aprendizajes que recojo en proyectos como Pueblos Remotos, hasta cosas que me encantan como correr por la montaña.
Pero además de un espacio de escritura, es un lugar para crear, compartir y debatir. Y por eso, espero que no sea sólo ‘mí’ espacio, si no, nuestro espacio.
En esta newsletter quiero dejarte:
Una reflexión sobre cómo tomamos algunas decisiones en nuestra vida (y cómo es necesario ponernos ‘primero’ para ello).
Nueva mini-sección: “Mis flipadas”.
Te dejo algunas recomendaciones para que investigues, leas y/o disfrutes con “Otras flipadas”.
Una canción:
Una pregunta:
Hola, querido lector.
¿Qué tal ha ido?… Espera ¿Puedo decir ya ‘ha ido’? Bueno, le quedan unas cuantas horas, pero creo que ya de por sí está todo el pescado vendido, así que, sí ¿qué tal fue esa Semana Santa?
Hoy me apetecía empezar preguntando, cómo en una de esas cartas, igual ya algo ‘viejunas’ que formaban parte de los editoriales de algunas revistas o periódicos.
Mientras espero tu respuesta, voy con lo que quería ponerme a teclear hoy.
Como ya te conté en otra ocasión -te lo dejo por aquí: Ya no queremos cultivar- me gusta dejar esto de escribir para los domingos -aunque sé que en algunas ocasiones también es un riesgo para que esta reflexión no salga en tiempo y forma-, tengo algo más de desahogo, generalmente, ya hice el entreno largo de la semana -dónde además, suelo ponerme uno o varios podcast o bien tener conversaciones interesantes- y, habitualmente, tengo la cabeza algo más ‘despejada’.
Todo ello me ayuda a generar una reflexión acerca de cosas que ya tengo en la cabeza y que se activan al escuchar las palabras de otras personas -generalmente en forma de podcast- o al leerlas en algún artículo, o libro.
La reflexión de esta semana, que viene a sustituir a otra de esas que tengo en mi larga lista de cosas por escribir, vino a raíz del podcast: Kaizen con David Cerda: “¿Qué es vivir una buena vida?”. La pregunta ya da de sí, porque, seamos honestos ¿Qué es vivir una buena vida?, ¿Te animas con una respuesta?
La pregunta en sí, que tiene tantas variantes como las múltiples vidas que vivimos, no fue la cuestión detonante de un título tan halagador, -me estoy dando cuenta de que tengo que empezar a poner títulos un poco menos cenizoso, aunque dicen que eso de expresar le da cierta rienda suelta a lo que estás viviendo…-, el detonante fue una parte de la conversación en la que el protagonista de la entrevista, David Cerda, comentaba con Jaime -Jaime Rodríguez de Santiago- ese debate eterno que tenemos muchos sobre si la vida que estamos viviendo -o por ser un poco más concisos, determinadas decisiones que tomamos en nuestro día a día- la estamos viviendo para contentarnos -o, simplemente, estar bien- a nosotros mismos ó si lo estamos haciendo para contentar a alguien externo: tu pareja, tus padres, tus hijos y un largo etcétera más.
Quizás sea por que mis padres proceden de una isla muy pequeña en medio del Océano Atlántico, donde las personas en muchas ocasiones miden más ‘el que dirán’ que el ‘hacer lo que te apetezca, o parezca correcto’, pero creo que he vivido ese ‘mantra’ desde mi niñez.
A nivel cultural -no sé si tendrá algo que ver eso que repite Javier Recuenco del sentimiento luterano contra el católico, que culturalmente es el nuestro- creo que es algo generalizado en muchos sitios de España. Aquello de la comparación con el vecino, ya me entiendes.
A la reflexión que traía David Cerda, se sumó otro podcast, en esta ocasión el protagonista era Pepe García, más conocido como ’Pepe El Estoico’, un difusor bastante conocido en España hablando precisamente de eso: Estoicismo.
El estoicismo es una filosofía práctica que nació en la Antigua Grecia y que propone centrar nuestra atención en aquello que podemos controlar—nuestros pensamientos, acciones y actitudes—y aceptar con serenidad aquello que escapa a nuestro control. Los estoicos, como Séneca, Epicteto o Marco Aurelio, enseñaban que la verdadera libertad y felicidad no dependen de las circunstancias externas, sino de la manera en que respondemos a ellas Practicar el estoicismo implica cultivar la virtud, la templanza y la resiliencia ante la adversidad. Nos invita a vivir el presente, a no dejarnos arrastrar por las emociones negativas y a encontrar paz interior incluso en medio de la incertidumbre. En definitiva, es una invitación a vivir con propósito, autocontrol y gratitud, aprendiendo a ver cada dificultad como una oportunidad para crecer.
Dentro del mismo habla de un montón de cosas con Alex Fidalgo -creador del podcast Lo Que Tú Digas, que ya te he mencionado en varias ocasiones-, pero lo que empaté con esta reflexión fue esa parte de el juicio, sí ese juicio al que nos someten los demás, los que están más cerca y la sociedad en general.
¿Y a qué viene todo esto? Pues la respuesta, la tienes al principio: Si vas a decepcionar, hazlo bien.
Si vas a romper ese juicio y a quitarte de encima el ‘sambenito’ del ‘que dirán’, hazlo por algo que te haga feliz, que te llene y con lo que estés convencido. Equivocarte forma parte del juego, pero tener el placer de poder tomar las decisiones que tu crees que son las correctas, lo deja como una anécdota y un aprendizaje.
Decepcionar, es un punto de vista, en muchas ocasiones, cultural. Así que, la próxima vez que notes que ‘algo externo’ te frena a hacer algo, ponte en tus zapatos (auto-empatía) y piensa que es lo mejor para ti en ese momento.
Por si el ejemplo te sirve como refuerzo, recuerda lo que dicen siempre en los aviones cuando dan las normas de seguridad: primero ponte tu mascarilla y después ayuda a los demás, porque, si tu te desmayas ¿a quién coño vas a ayudar después? O dicho de otra forma, si no estás bien, no vas a poder ayudar a otros.
Postdata: por supuesto, con esto no quiero decir que te conviertas en una persona megalómana y/o en un egocentrista de libro -aunque de esto del ego ya te he hablado también-, si no que cuides de ti mismo, aunque sea de vez en cuando. Por otro lado, creo que también es importante, hacer por los demás es un acto muy gratificante y digno, sobre todo si hay un compromiso de tu parte.
¡Hasta la próxima!
Mis flipadas 😎
Sí, estreno mini-sección para incluir por aquí mis flipadas 😎 y separarlas de otras flipadas 🤓.
Esta semana toca formación por partida doble y ambas formaciones son en abierto y ambas son el miércoles 23 de abril, así que si te quieres sumar a alguna, eres más que bienvenida/o:
Por la mañana, de 9:30 a 11:30 (hora de las Islas Canarias), estaré hablando de gestión en la nube (’cloud computing’) con la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa. Será una charla introductoria para que conozcas de primera mano cómo trabajar de forma más eficiente en la nube.
Por la tarde, de 16:00 a 17:00 (hora de las Islas Canarias), estaré dando una charla con Malt: Soft Skills claves para Freelancers: Impulsa tu éxito en Malt y más allá -sí, el título suena un poco a Toy Story, pero es lo que hay-. Dentro de la misma hablaré de esas habilidades que tienen mucho valor, pero que en ocasiones no se potencian tanto como deberían.
La semana que viene también vuelvo a dar tecla en el blog de mi web y presentaré alguna novedad antes de que se vaya abril y entre mayo, entre ellas: ¡Nuevo episodio de Pulsa el Botón!
Otras flipadas 🤓
Por fin he podido terminarme el tomate, bueno, así es como llama cariñosamente
a su libro: La realidad no existe. Me lo leí con mucha calma, porque creo que es un libro para interiorizar y aprender, y no para leer con prisa. ¿Opinión? 100% recomendado.Hablando de libros,
-- ya ha sacado el suyo -puedes escuchar mi episodio de Pulsa el Botón con él- así que, otra recomendación para que le des caña a la lectura: Caminos de vuelta: al otro lado del albaSi estás por Tenerife este próximo fin de semana: 25, 26 y 27 de abril, ni se te ocurra perderte estos talleres que organiza Rebeca Herraiz. Son presenciales y van a estar genial: música, escritura, joyería, creatividad, collage… son poquitas plazas y sólo van a pasar en vivo y en directo, así que ¡APÚNTATE!
"Decepcionar, es un punto de vista, en muchas ocasiones, cultural". Muy bueno esto.
Muchas gracias por la mención de mis flipadas, Carlos, jajaja 🙏
PD: Siempre quise una máquina de escribir, qué regalazo de tu madre ❤️