Recuperar el hábito
¿Sabes de dónde viene la palabra hábito? Pues sigue leyendo y lo sabrás, además de llevarte algunos tips para que los apliques en tu día a día.

“Bienvenid@ a Dando Tecla. Soy Carlos Jonay Suárez Suárez (sí, mis padres sin saberlo me hicieron un buen ‘branding’, al menos para que me encuentres por mi nombre en internet) al margen de eso…
Escribir es la mejor forma que tengo de expresarme, y mira que según muchísimos amigos, hablar es algo que me gusta demasiado. Pero es a través de la escritura dónde siento que puedo ser más ‘yo mismo’.
Además, el título de este ‘espacio’ no es casual y siempre me lleva a una pequeña historia que viví con mi madre y por la que terminó regalándome la que es ahora ‘la vieja Olympia’, una de esas clásicas máquinas de escribir de cinta, con las que pasé muy buenos ratos.
Por aquí, utilizaré esta pasión de escribir para contarte un poco de todo, desde los aprendizajes que recojo en proyectos como Pueblos Remotos, hasta cosas que me encantan como correr por la montaña.
Pero además de un espacio de escritura, es un lugar para crear, compartir y debatir. Y por eso, espero que no sea sólo ‘mí’ espacio, si no, nuestro espacio.
En esta newsletter te hablo de:
‘Recuperar el hábito’, como volver a coger, sí o sí, la costumbre de escribir semanalmente, a pesar del “cansancio”, la desgana u otras cosas que aparecen por el camino.
Además, dentro te dejo algunos consejos de cosecha propia y otros sacados de un best seller, en lo que a hábitos se refiere.
Canción
¿Sabes de dónde viene la palabra hábito?:
La palabra hábito proviene del latín habitus, que es el participio pasivo del verbo habere (tener, poseer, sujetar). Originalmente, habitus hacía referencia a lo que uno tiene o posee, tanto en el sentido de una disposición interna (como una costumbre o comportamiento adquirido) como en el sentido externo, refiriéndose a la vestimenta o apariencia.
Pero, quizás lo que tu estás buscando esté más próximo a esto:
En filosofía y psicología, el término se usa para describir una predisposición o tendencia adquirida por la repetición de actos, es decir, un comportamiento que se vuelve natural por la práctica.
Esto ya te suena más ¿Verdad? Pero... Sí, quiero darle un vuelta de tuerca más antes de darle tecla a saco y es que el refranero español -del que he tirado en varias ocasiones- tiene una frase que me viene al pelo -que en eso de pelo, yo mucho no tengo, pero bueno-: El hábito no hace al monje y es que:
En su segunda acepción, hábito designa el traje, o vestimenta, característica de una persona según su oficio o estado, y especialmente el que usan las personas religiosas, como los monjes.Este uso deriva del mismo origen latino, ya que habitus también significaba "vestimenta". Así, el hábito de los monjes es literalmente "lo que llevan puesto", y con el tiempo se convirtió en símbolo de su pertenencia y compromiso con la vida religiosa
Pues si no sabías todas, o algunas de estas cosas, ya tienes más información para esa próxima conversación de café, o caña, que tengas.
La verdad es que cuando hablamos de esta palabra: hábitos, no somos conscientes de todas las afecciones que tiene y de cómo se arraiga la tenemos en nuestro día a día, algo, que de paso, eso que constituye y construye un hábito, practicarlo con la frecuencia suficiente hasta que se convierta en una rutina.
Vamos a por cositas practicas
Toda esta parte teórica está muy bien y creo que es muy constructiva. Le da esa calma y ese sentido que creo que a veces perdemos por querer ir siempre a las cosas destripadas, rapiditas y masticadas.
Creo que hemos perdido esa curiosidad innata de los seres humanos de ver la trazabilidad de las cosas, desde dónde vienen y hasta dónde han llegado...
Bueno, voy a ir al grano, que si no, me lío.
Te quiero dejar por aquí -ponle voz de típico anuncio de teletienda, por favor-: Los 5 aprendizajes más top del libro “Hábitos Atómicos”, de James Clear.
-Antes de entrar al grano, tengo que decir que después de todo el hype que leí sobre este libro, me alegré muchísimo de haberlo escuchado, porque a mí, al menos, no es que me descubriera América, pero, no está de más recalcar cosas que parecen evidentes y que después, no lo son tanto-
El poder de los pequeños hábitos
Creo que es algo que se recalca de forma continuada en el libro. Empezar por cosas pequeñas que te vayan motivando a hacer cosas más grandes, por ejemplo: hacer la cama todos los días.
Parece una chorrada, pero es un hábito sencillo, que hacemos en menos de 2 minutos -spoiler- y que puede llevarnos a hábitos más ambiciosos, como recoger el cuarto, la casa, mantener un orden en nuestro despacho, etc.
También lo puedes aplicar, por ejemplo, a la meditación o el ejercicio: mejor hacer 3 minutos, o 5 minutos, e ir incrementando poco a poco, que no hacer nada por intentar hacer una hora del tirón.
Enfócate en sistemas, no sólo en objetivos
Tener un objetivo en mente, por ejemplo: correr una media maratón, es algo que está genial, pero lo que está aún mejor es crear un sistema que no sólo te permita llegar a correr una media maratón, si no mantenerte corriendo/entrenando o ir subiendo escalones y pasar a plantearte una maratón, Ironman o lo que consideres.
Si te centras en el sistema, y construyes bien esos hábitos, empezando poco a poco, conseguirás resultados relevantes y lo que más importante, lo harás a largo plazo y con resultados sostenidos.
Dale identidad a tus hábitos
Cuando quieras poner un hábito en marcha, es muy importante que te hagas preguntas cómo ¿Qué quiero conseguir realmente con este cambio? ó incluso ¿Quién quiero ser si consigo este hábito? -depende del nivel de profundidad que tenga el mismo-
Si le das una raíz al cambio que quieres realizar, tendrás una base sólida sobre la que construir. Si lo haces sólo porque está de moda o porque lo has leído en un libro, es muy probable que no tardes mucho en abandonarlo.
El entorno influye en tus hábitos
Como a todo en la vida. Si estás en un entorno insano que no sólo no te ayuda a alcanzar buenos hábitos, si no que además refuerza los negativos, pues... estás jodido.
Por ejemplo, si quieres cambiar tus hábitos de alimentación y empezar a comer más sano, el primer paso sería eliminar el 90%-95% de la comida basura que tienes en casa -y evidentemente, no pasar a consumirla en la calle ó permitirte que ese 5% de margen, sea lo que te comes en la calle-
Si tienes al diablo en casa, te estás poniendo palos en las ruedas.
Hazlo fácil: la regla de los dos minutos
Uno de los consejos más prácticos del libro me pareció, sin duda, este: para iniciar un nuevo hábito, comienza con una acción tan simple que puedas completarla en dos minutos o menos. -Por eso te ponía lo del spoiler en el punto 1-.
Muchas veces nos complicamos queriendo empezar por construir un castillo.
Empieza poco a poco, pero empieza. Una vez que vayas cogiendo la rutina y que vayas cogiendo el ritmo, podrás ir aumentando el ritmo, el tiempo, las repeticiones... lo que sea que te lleve a hacer ese hábito.
¿Qué te han parecido estos 5 puntos?¿Estás alineado con James Clear? -el colega ha vendido 20 millones de libros en todo el mundo-.
Cosecha propia con los hábitos
A estos 5 puntos que te dejo por aquí arriba, me gustaría añadir otros de cosecha propia, con los que voy a ir más a tiro hecho y te los voy a listar por números:
¡Ojo con los gurús! Esto me conecta con el punto 3 (dale identidad). Nada es “mágico” y tienes por ahí fuera un montón de gente diciéndote lo que más te conviene sin habértelo preguntado -blink, blink-
Fallar un día -o algunos- no es cagarla. No pasa nada si fallas un día -eso sí, no conviertas fallar en un hábito en sí o estamos jodidos-, esto no es un reto de vida o muerte, es un sistema que te ayude a mejorar en tu vida.
No te castigues por cumplir un hábito, esto va ligado con los dos puntos anteriores. No te castigues, de verdad, de hecho, si tienes sensación de cansancio con lo que estás haciendo como hábito, vete a la casilla de salida y pregúntate ¿Por qué lo estás haciendo y en qué te va a mejorar?
Prioriza. No intentes coger 5 hábitos a la vez, porque seguramente fallarás en los 5. Empieza por 1, o 2, por mes, por ejemplo, y según los vayas integrando, dale caña a hábitos nuevos.
Una ayudita extra: desde principios de año estoy usando una aplicación MUY sencilla y visual que me ayuda con determinados hábitos y/o rutinas: Did I Do? -a pesar del título en inglés, está desarrollada por un español- a mí me mola mucho el concepto, funcionando con widgets sencillísimos con los que sólo tienes dos opciones: defines el hábito y marcas, sólo, si lo has hecho: SÍ o lo dejas en NO si no lo has hecho.
¿Qué te han parecido mis 5 puntos?¿Estoy al nivel de James Clear? -Jajaja-
Una recomendación de cierre
Hablando de hábitos, rutinas o una mezcla de ambos, un buen amigo: Jose Navarro (AKA ‘El Chico del Sombrero)1 se ha planteado un reto genial, que es grabar un video al día para hablar sobre Inteligencia Artificial (IA) durante todo el mes de julio.
Si tienes curiosidad -yo te voy a dejar un video de ejemplo por aquí, pero te animo a que te suscribas en su canal- échale un ojo a lo que está generando, porque son videos cortitos, concisos y con mucho aprendizaje.
Por mi parte, es todo por hoy, que no es poco.
¡Hasta la próxima! 👋
Jose se pasó por el Episodio 3 de esta temporada de Pulsa el Botón.