El Vacío
‘El vacío’, una reflexión del ‘final’ de las experiencias que vivimos, bueno, en este caso que viví yo, y que nos dejan varias sensaciones
“Bienvenid@ a Dando Tecla. Soy Carlos Jonay Suárez Suárez (sí, mis padres sin saberlo me hicieron un buen ‘branding’, al menos para que me encuentres por mi nombre en internet) al margen de eso…
Escribir es la mejor forma que tengo de expresarme, y mira que según muchísimos amigos, hablar es algo que me gusta demasiado. Pero es a través de la escritura dónde siento que puedo ser más ‘yo mismo’.
Además, el título de este ‘espacio’ no es casual y siempre me lleva a una pequeña historia que viví con mi madre y por la que terminó regalándome la que es ahora ‘la vieja Olympia’, una de esas clásicas máquinas de escribir de cinta, con las que pasé muy buenos ratos.
Por aquí, utilizaré esta pasión de escribir para contarte un poco de todo, desde los aprendizajes que recojo en proyectos como Pueblos Remotos, hasta cosas que me encantan como correr por la montaña.
Pero además de un espacio de escritura, es un lugar para crear, compartir y debatir. Y por eso, espero que no sea sólo ‘mí’ espacio, si no, nuestro espacio.
En esta newsletter te hablo de:
‘El vacío’, una reflexión del ‘final’ de las experiencias que vivimos, bueno, en este caso que viví yo, y que nos dejan varias sensaciones.
Para vacío, el que dejé la semana pasada por no sacar por aquí el último episodio de Pulsa el Botón, pero nada que no se pueda corregir.
Y cierro con el vacío que voy a intentar llenar por aquí con nuevos temas, reflexiones de verano y ‘un poco’ de vuelta a la cordura.
Canción
El pasado dos de julio dejé una reflexión ‘rápida’ por mi perfil de LinkedIn en la que hablaba acerca del vacío desde tres perspectivas que conozco bien.
Hoy, a través de esta reflexión, dónde ‘transformo’ -tampoco demasiado- la anterior, quiero dejarte algunos detalles más de por qué esto se titula: ‘El vacío’
El vacío...
El vacío representa, para mí, tres estados que me gusta definir de la siguiente forma:
Esa sensación de echar de menos, o echar en falta, algo o alguien. Con la suficiente intensidad como para que te genere sensación de vacío.
Un lugar, momento o espacio en el que sientes una inmensa tranquilidad, casi como si pudieras flotar cada vez que estás en él.
Cuando sientes que lo has dado todo hasta quedarte 'vacío por dentro’, ya sea en lo deportivo, lo laboral o lo vital. Lo que denominaríamos también como ‘darlo todo’.
Llegué a esta reflexión, para variar, mientras intentaba salir de un camino en el que me había metido -siempre atendiendo a mi mal manida intuición con los mismos- en un entrenamiento de montaña.
Dicho entrenamiento tuvo lugar en un sitio que no frecuento tanto como me gustaría, el municipio de Garachico (Tenerife) -como anécdota te diré que es uno de esos denominados Pueblos más bonitos de España, nominación a veces bendecida, a veces maldecida-.
Me encontraba allí, porque la semana del 23 al 29 de junio, y más concretamente del 25 al 29, salí rumbo a la Isla Baja, una zona denominada así en el norte de Tenerife y que está compuesta por los municipios de El Tanque, Garachico, Los Silos y Buenavista del Norte, con el equipo de Pueblos Remotos.
Hacía allí partimos en compañía de 9 estudiantes de la Universidad de La Laguna para poner en marcha el último PR ULL - Isla Baja -acrónimo de Pueblos Remotos Universidad de La Laguna- y lo que volvimos a vivir allí, representa a la perfección los 3 puntos con los que te he definido lo que es para mí el vacío.
Quiero empezar por el final, con esa frase de ‘vaciarte del todo’. Cuando terminamos una experiencia y nos despedimos, siempre te quedas con esa sensación de 'vacío', de que algo muy especial y en lo que llevas meses trabajando puso su punto y final. Siempre digo que esa vivencia de 4 días -o las vivencias que tenemos, tengan la duración que tengan- es diferente y especial en cada ocasión que la vivimos, tanto nosotros, como las personas que participan.
En este caso, las conexiones que se generan entre los estudiantes, con el entorno, con los emprendedores rurales, así como todo lo aprendido, deja un poso que tardarán un tiempo en olvidar -o eso espero, al igual que espero que cuando pasen por la zona de Isla Baja de nuevo, tengan algún recuerdo de lo vivido allí-
El trabajo realizado, dónde todos y cada uno han dado lo mejor de sí mismos, han puesto empeño, han colaborado y han dejado huella con todo lo que hemos construido. Esa sensación de haberte vaciado para conseguir ver esas caras de felicidad y satisfacción al acabar estas experiencias.
El segundo punto, relacionado con el lugar, pues sólo puedo decir que nos dio la tranquilidad de estar, y hacer, en un entorno que te permite crear.
A pesar de la intensidad que tienen algunos momentos de la experiencia -dónde trabajamos con la metodología Design Thinking para resolver retos- estar en el rural te da la tranquilidad suficiente para transmitir, observar, desconectar y/o conectar con la calma que te transmiten las personas que trabajan desde allí.
Sin duda, Isla Baja es un lugar para sentir ese ‘vacío’ y esa tranquilidad para poder conectar.
Llegamos al primer punto: el vacío de terminar algo, que al mismo tiempo, es completamente necesario para poder vivir estas experiencias con cierta intensidad.
Si cuando terminas este tipo de vivencias, no tienes esa pequeña -o gran- sensación de apego, es que quizás algo ha fallado -o ese, al menos, es mi punto de vista-.
Por suerte para mí, siempre que una de estas experiencias se acaban, tengo esa sensación en el estómago de todo lo vivido, de qué pasará ahora con las conexiones que se han generado, de dónde estarán muchos de ellos en unos meses, años... Esa sensación de que has dejado una parte de ti. y que por otro lado, te han dejado una parte de ellos, vamos, lo que viene siendo: compartir.
Con respecto a esto, sólo puedo decir que me siento orgulloso de que lo diéramos todo, de cómo fuimos capaces de transmitir, compartir y fluir para que todos viviéramos grandes momentos.






Si tengo que hacer un resumen gráfico, las 7 fotos que tienes por aquí representan a la perfección todos y cada uno de estos momentos -la foto 1 es la que sirve de portada para esta newsletter-
La foto 1: Ane y Ornella ¡GRACIAS! por haberse currado tanto esta experiencia para que todo saliera tan bien, de verdad. Es un placer trabajar con personas como ustedes, verlas crecer y aprender con ustedes y de ustedes.
Las fotos 2 y 7: el antes, cuando salimos desde la Universidad de La Laguna, y el después, cuando, casi, nos íbamos, después de disfrutar de una puesta de sol y unas risas desde un rincón mágico. Que bueno fue verles conectar y disfrutar durante estos cuatro días.
Las fotos 3, 4 y 5: los emprendedores rurales, contándonos sus experiencias, su día a día, sus problemas y abriéndonos las puertas de sus casas -literalmente hablando- ¡Gracias también! Por enseñarnos que hay un mundo lleno de oportunidades en el rural.
La foto 6: improvisar, algo que pone nerviosos a muchos, pero que a veces te da momentos como este. Un retraso nunca estuvo tan bien recompensado y nos ofreció unas vistas de escándalo.
Cómo hice por allí, también quiero mencionar Elsa, cofundadora de Pueblos Remotos, que no pudo estar en esta experiencia por un buen motivo, pero que en el fondo, sí que ha estado, porque todo esto no sería posible sin el trabajo previo que hemos creado con los anteriores PR ULL.
¡Equipo! Seguimos llevando la Ruralidad Conectada a donde toque llevarla, para que ese ‘vacío’, cobre sentido en todos y cada uno de nosotros.
PD: tocará un blog post específico sobre esta experiencia en el blog de Pueblos Remotos, pero eso no será sólo cosa mía, será algo más ‘compartido’... blink, blink.
Vacío el que me dejé la semana pasada
La semana pasada, que no saqué newsletter por estar en la experiencia que te cuento arriba, si que me salté algo MUY importante, y fue dejar el episodio -en formato mesa redonda- que ya te había avisado por aquí.
En resumen: ¡Estuvo de lujo! Así que, más allá de lo que te pueda decir y del breve resumen que dejo por aquí, escúchalo, de verdad que merece la pena -bueno, escúchalo o míralo, porque está disponible en formato video también-.
En este episodio especial de Pulsa el Botón, reúno a cuatro expertos de diferentes disciplinas para abordar la salud desde una perspectiva integral y actualizada, en el contexto de la revolución digital y la inteligencia artificial. La mesa redonda contó con la participación de:
Aarón Adasat: Entrenador especializado en deportes de resistencia y responsable del proyecto Wild Trail Trail (Nike)
Sergio Pérez Soto: Fisioterapeuta deportivo (especializado en readaptación deportiva), cofundador de Deporgest y actualmente trabajando en Turquía para el Vakifbanksk
Marina Montero: Psicóloga general sanitaria, experta en trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
Sergio Martín: Nutricionista en el ámbito deportivo, investigador y corredor de resistencia.
La conversación arrancó con una pregunta para ‘premio’: ¿Qué es la salud para ustedes?
Sergio Martín, Aarón, Marina y Sergio Pérez coincidieron en que la salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino un equilibrio entre lo físico, mental, social y emocional. Se destacó, además, la importancia de la adaptabilidad y la flexibilidad ante los retos de la vida, así como la necesidad de evitar los extremos: ni el sedentarismo, ni la obsesión por el rendimiento y la perfección.
A lo largo del episodio, los cuatro compartieron reflexiones sobre cómo los problemas de salud suelen tener causas multifactoriales y cómo la colaboración entre disciplinas (nutrición, entrenamiento, fisioterapia y psicología) es clave para acompañar a las personas de forma efectiva.
Se analizó la realidad de quienes buscan apoyo profesional: muchas veces, la falta de recursos económicos, o la desinformación, los lleva a acudir sólo cuando el problema ya es grave.
La mesa abordó también la sobreinformación y las modas en salud, advirtiendo sobre los riesgos de seguir consejos no contrastados en redes sociales o de caer en dietas y entrenamientos extremos. Se insiste en la importancia de acudir a profesionales cualificados y de consultar fuentes fiables, especialmente en una era en la que la inteligencia artificial (IA) empieza a influir en la toma de decisiones sanitarias.
Uno de los puntos centrales fue el papel de la IA en la salud. Todos coinciden en que la inteligencia artificial puede ser una herramienta valiosa para analizar datos, generar recomendaciones y facilitar el trabajo de los profesionales, pero nunca sustituirá la empatía, la cercanía y el juicio humano.
Se subrayó la importancia de educar a la sociedad en el uso crítico de la información y en la prevención, fomentando el autoconocimiento y la escucha activa de las señales del cuerpo. El episodio cerró con un mensaje de agradecimiento y reconocimiento al valor de la divulgación y la colaboración entre profesionales, invitando a los oyentes a cuidar su salud desde una perspectiva integral y a aprovechar las nuevas tecnologías sin perder de vista el factor humano.
¿Por qué escuchar este episodio?
Si buscas una visión fresca, honesta y multidisciplinar sobre cómo cuidar tu salud en la era de la IA, este episodio es para ti. Aprenderás a evitar extremos, a identificar señales de alerta y a entender el verdadero valor de la prevención y la colaboración entre profesionales. Además, descubrirás cómo la inteligencia artificial está cambiando el panorama de la salud y por qué la empatía y el contacto humano siguen siendo insustituibles. Una conversación imprescindible para quienes quieren vivir mejor, informados y acompañados.
¿Listo para pulsar el botón?
Esto es todo amigos
Pues esto es todo por hoy. Espero que te haya gustado lo que he compartido por aquí, y haya sido así o no, me encantaría que me dejes un comentario por aquí al respecto.
¡Hasta la próxima! 👋



